Vivo en una ciudad
que funda gimnasios
y canchas de fútbol
donde antes había restaurantes.
La costanera es un circuito constante
en el que la gente corre
persiguiéndose o escapándose
de sí misma.
O entrenando
para no perder el colectivo
que la lleve de una vez
a una ciudad de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario